28.8.17

Bancarizar el porro o fumarse la globalización:

el salto al vacío mediático


1a. quincena, septiembre 2017



El estupefaciente icónico “ el Pepe”


El presente no supone, ni nunca ha supuesto, que las cabezas transiten por lo que ocurre, sino tan sólo supone que la fatalidad del presente impone una circunstancia, eventualmente adversa. La descompensación actual de la adhesión ideológica a un proyecto nacional se suscita por el ascenso de una acumulación mundializada y tecnocrática (identidad de marcas, competitividad ultraliberal, subjetivación meritocrática). La manifestación más palmaria de esta desarticulación de la condición nacional es la dualización del propio proceso de migración, entre el “desplazamiento forzado” (por las guerras) y la “migración calificada” (por la demanda tecno-científica).1 Este curso que toma la demografía política ha sido descrito por Virilio como “un flujo permanente sin stok”,2 es decir, la población del planeta circulando bajo las balas o en pos de alcanzar el status global.

La compensación exigida por la manipulación mundializada puede llegar al grado de adicción, cuando la angustia no puede resolverse sin una sustancia específica. Esta sustancia orgánica debe estar hecha de la condición nacional de toda representación, que se configura a imagen y semejanza de un pueblo. Cuando Pablo Iglesias estuvo en Montevideo en 2014 declaró refiriéndose a Mujica: “es un presidente que vive como los ciudadanos que le han elegido”.3 Iglesias se fumó el “porro del Pepe” y todavía está a medias despierto, entre la fatalidad de la derecha en el gobierno español y la guerra liderada por Trump contra el Estado Islámico. El “porro del Pepe” está armado con el estupefaciente mediático que suministra la iconografía “el Pepe” y genera una adicción proporcional a la carencia de reciprocidad social que promueve la globalización.


Trayectividad en vez de acumulación: el humo de “el porro del Pepe”


En la articulación nacional-globalista la condición nacional provee la “variable de ajuste” de la integración mundialista. Esto significa que el proceso de globalización puede justificarse desde el punto de vista de una traducción nacional. El criterio de la determinación económica (cada cosa adquiere lugar-valor propio, aunque más no sea como moneda de cambio) fracasa estrepitosamente en la explicación de la globalización, en cuanto tal dominación no se constituye como permanencia de lugares geográficos e institucionales (toda institución supone localidad, bajo un paradigma Vaticano), sino como control de la trayectividad4 de las emisiones mediáticas, los flujos de inversiones y los movimientos migratorios. Como lo ha señalado Giacomo Marramao, el principal obstáculo para entender este proceso es la reducción de la globalización a un proceso de acumulación económica.5 Por consiguiente conviene abandonar algunas interpretaciones que han cundido acerca del infumable “porro del Pepe”:

a) La globalización no admite la necesidad de ninguna forma de soberanía, ya que toda soberanía que se encuentra inficionada por la decisión de otro (FMI, OCDE, Banco Mundial, MERCOSUR, etc.), de antemano dejó de ser una soberanía. Los ejemplos son tantos que no se puede abrumar al lector con demasía, baste recordar la “corrida moral” en búsqueda de habilitación mundialista que provocó la aparición de Uruguay en una “lista gris” de “lavado de activos” elaborada por la OCDE en su momento.6 Plañir como lesión de soberanía por la “cuarentena bancaria del porro”, a partir de los ayes del presidente que firmó la bancarización forzosamente mundialista, da para una buena producción de ridículo.

El “imperialismo financiero” que impondría la banca estadounidense -particularmente el Bank of America- se presenta como el fundamento que algunos esgrimen explicativamente, cuando en realidad opera como soporte argumental de la “lesión de soberanía” que reseñamos anteriormente. UPM o Montes del Plata se instalan en un país, por ejemplo el Uruguay, en base a un potencial financiero que les permite desplegarse en un período significativamente corto. Esa celeridad estuvo, en buena medida en su momento, detrás del conflicto Botnia-Gualeguaychú y provocó la manipulación mediática (recordar que Botnia promovió, en favor de su instalación, una “campaña de prensa”)7 que confundió un conflicto ambientalista con una causa nacional. Ya esa asimiliación nos habla a las claras de la alienación de que se trata, bastante por encima de la “dominación financiera” y bastante más cerca del “espejismo desarrollista” que promueve el propio determinismo economicista que dice (crédulamente) oponerse a la globalización.

b) Otra interpretación hace hincapié en que menguaría la incidencia mediática del Uruguay en razón del desprestigio que acarrearía la “cuarentena bancaria del porro del Pepe”. La mengua provendría del descaecimiento que sufriría la “nueva agenda de derechos”, así como la propia popularidad mundializada de la figura de Mujica como “presidente más pobre del mundo”. Al respecto conviene tener en cuenta que el país ya ha alcanzado gradientes comparables de popularidad mediática, en particular a través de las espectaculares acciones guerrilleras del MLN-Tupamaros en su momento.

El Uruguay fue ampliamente conocido en el escenario mundial gracias a la popularidad de tales acciones, a punto tal que la propia multinacional Volkswagen promocionaba su popular modelo “Combi” con campañas publicitarias rotuladas “Los tupamaros también las usan”. Significativas organizaciones de la extrema izquierda europea, como las “Brigadas Rojas” en Italia, tomaron a los tupamaros como modelo de organización, mientras cierta producción cultural vinculada ideológicamente al MLN-Tupamaros, en particular las canciones de Daniel Viglietti, fueron incorporadas en los programas de español de la enseñanza secundaria en Francia.

Promovida con intencionalidad fuertemente mediática, en razón de la “propaganda armada negativa” que la guerrilla urbana confió -por actuar en medio del enemigo- a las versiones de sus propios adversarios, aquella originalidad guerrillera tenía un factura de espontaneidad y ocurrencia de alto impacto propagandístico, que no deja de evocar la “brillante” idea de vender estupefacientes donde supuestamente se promueve la salud. Conviene desde ya afirmar que la penalización del consumo no resuelve nada e inclusive lo empeora todo, por la misma razón, no se apunta como tal a la problemática facilitando el consumo para combatir el narcotráfico, inspiración confesa de la ley en cuestión.

Hoy nadie recuerda las primeras acciones de los tupamaros, en el contexto mundial, sino como antecedentes relativamente benignos del terrorismo que se condena sin atenuantes. Quizás mañana no se recuerde la “marihuana farmacéutica” sino como una expresión del inmediatismo y el oportunismo más desfachatados, de cara a una problemática que supone hondas raíces en la circunstancia presente. Podría suponerse que la superficialidad propia de todo pragmatismo militante esté en la base de las dos secuencias cronológicamente distanciadas.


Ocultar “en vivo y en directo” el sentido de la paradoja


Hoenir Sarthou apunta que el gobierno de Mujica, así como los tres períodos del Frente Amplio cuando se los coteja entre sí, presentan una curiosa secuencia de paradojas.8 La serie sorprende además, por el grado de contraposición de las orientaciones asumidas.9 Quizás la clave de la incongruencia esté en el recurso por parte de la izquierda tradicional, ante todo por mera oportunidad electoral, a la muestra "representativa" (en el sentido estadístico del término) de la desagregación idiosincrática del país batllista, que encarnó el sector vinculado ideológica e históricamente a la guerrilla.

Zabalza ha apuntado, habiéndolo presenciado personalmente, que la “opción electoral” de ciertos “ex-guerrilleros” fue efecto de una casualidad conveniente, antes que de una elaboración madurada.10 Mujica no fue más, desde este punto de vista, que la punta mediática del iceberg ideológico que se va disolviendo progresivamente, en particular, bajo la presión de la mundialización tecnocrática que lo disuelve por dentro (bastaría pensar en la proporción de “cuadros” gubernamentales que ha aportado el Partido Socialista con relación a su base electoral, o la nutrida integración de tecno-científicos a los mismos elencos en distintos niveles).

Él mismo paradoja actuada y obscenamente auto-exhibida bajo un cariz narcisista, Mujica no encarna la sabiduría de la paradoja, sino por el contrario la paradoja “en vivo y en directo”, pieza de museo definitivamente subrogada, como fuente de sabiduría, por la conexión mediática. El sentido alternativo como tal, suscitado por la contraposición de opiniones que la paradoja pone de relieve, desaparece de un mundo escenificado por la tecnología, liderada políticamente en particular, por las “Nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información”.

Las nociones de representación como delegación ciudadana, de Estado-nación y de democracia representativa se encuentran, como ya lo señalara Lyotard en su “informe sobre el estado del saber” en 1979,11 en franca vía de regresión histórica, exitosamente suplantadas por el ingreso discursivo que desdibuja, a su paso por la tecnología mediática, la instancia presencial. La representación por delegación exige la previa clausura de una totalidad nacional dentro de fronteras, condición de soberanía requerida para preservar un campo de relaciones orgánicas (es decir pautadas por la reciprocidad). Tal programa histórico (la propia noción moderna de historia supone la reciprocidad orgánica entre un relato y los sucesos que ese relato refiere), sucumbe ante la apertura global, que lo disuelve como un terrón de azúcar en el café: ¿qué vínculo de reciprocidad orgánica funda un TLC entre China y Uruguay (ya propuesto)?12

Esta situación es la que nos explica el fracaso de los sistemas de partidos “modernos” (es decir, de delegación representativa) en todo el planeta, desde la “imposible” victoria de Trump, hasta la inverosímil derrota del postgaullismo y del socialismo francés a manos de un partido advenedizo, sin olvidar el fugaz paso de los “progresismos” latinoamericanos (a no ser en Chile y Uruguay, quizás precisamente porque en estos dos países el término “progresismo” ya no designa nada reconocible como referencia macro-partidaria). Quizás el mejor ejemplo de este desbaratamiento sea cómo las encuestas miden la caída sistemática de cualquier representante tres meses después de electo.13

En una actualización anterior apuntábamos como Caradamianto (el caradura mediático)14 buscaba escapar a la pinza de circunstancias contradictorias “haciendo surf” sobre la plancha de la actualidad. Ahora le tocará fumarse “el porro del Pepe” bajo la ola de bancarización que él mismo levantó.


1Ver en este blog “Libertad de movimiento en la globalización” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2017/06/libertadde-movimiento-en-la_64.html
2Virilio, P. (2010) L'administration de la peur, Textuel, Paris, pp.67-68.
3Rodríguez, O. “Cuando Pablo Iglesias e Íñigo Errejón visitaron Montevideo”, La Onda Digital, http://www.laondadigital.uy/archivos/11590
4La noción de trayectividad ha sido desarrollada por Paul Virilio.
5Marramao, G. (2006) Pasaje a Occidente, Katz, Buenos Aires, p.56.
6Ver en este blog “La derecha de la OCDE” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2007/02/ricardo-viscardi.html
7 Viscardi, R. “Celulosa que me hiciste guapo” Compañero (13/06/2006) http://www.pvp.org.uy/viscardi3.htm
8Sarthou, H. “Un país sin filtro” Voces (24/08/17) http://semanariovoces.com/marihuana-pais-sin-filtro-hoenir-sarthou/
9"Bergara sobre cierre de cuentas de marihuana: “estaba sobre la mesa hace ocho o diez meses” El Observador (28/08/17) http://www.elobservador.com.uy/bergara-cierre-cuentas-marihuana-estaba-la-mesa-hace-ocho-o-diez-meses-n1111536
10 Ver en este blog “Zabalza, los canallas y el tupamplismo” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2016/02/zabalzalos-canallas-y-el-tupamplismo-2a.html
12 Amone, P. “Uruguay continuará TLC con China” 2o. Enfoque (03/02/17) http://segundoenfoque.com/uruguay-continuara-tlc-con-china-43-321639/
13"Más de la mitad de los franceses no aprueba la gestión del presidente Macron” La Diaria (28/08/17) https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/8/mas-de-la-mitad-de-los-franceses-no-aprueba-la-gestion-del-presidente-macron/
14 Ver en este blog “Caradamianto, el caradura mediático” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2017/07/caradamianto-el-caradura-mediatico-1a.html