18.6.17

La voluntad de perder: la post-izquierda devorada por sus hijos


2a. quincena junio 2017



Se sabe que la revolución devora a sus hijos (el aristócrata-revolucionario Condorcet fue guillotinado por sus propios “compañeros de ruta”). Tal prolefagia claudicó, según un profesor de la universidad de Cornell, cuando la izquierda devoró su propia voluntad de poder, doblegada por la derrota que se inflige a sí misma, una vez imbuida del prefijo “post-” (-subjetividad, -historia, -sociedad). Mirada como confesión de parte, la denuncia que presenta Bruno Boostels en Buenos Aires acerca del derrotismo de la post-izquierda,1 señala hasta qué punto el denunciante no percibió que por estos lares -contrariamente a lo ocurrido, según se lamenta, en Francia e Italia a partir del 68'-2 “la izquierda” ya triunfó. Es cierto que no podemos hacer lugar a tal pesimismo sin advertirle, a quien lo sufre, “de tu fábula, narrador”, cuando acusa a la izquierda de cierta voluntad de perder.

El razonamiento por el cual la izquierda se convirtió en víctima de su propio pesimismo no puede sino despabilar a los incautos, que habida cuenta del desencanto de la institucionalidad que promueve la post-izquierda, pudieran olvidar postularse entre nosotros para una misión tan encomiable como “izquierdista”: venderle la tierra uruguaya a las multinacionales, convertir el agua potable en elemento dudoso y lograr que la marginalidad se incremente proporcionalmente a la expansión del mercado financiero.

Semejantes hazañas no logran aplacar el ánimo militante de los post-izquierdistas, que una vez eliminado el sentido de la historia por el derrotismo posmoderno, no tienen por delante otra tarea que recauchutar el neumático militante perforado por Derrida. Para hacerlo cuentan con la profesión de fe comunista de Badiou, de tan amplia prosapia del común (ista) que incluso reinvindicó aquello a lo que Boostels dice que (Badiou) se opone: la inspiración del acontecimiento que la filosofía encontró en el 68'.3

El profesor belga radicado en Estados Unidos distingue tan fina y calladamente entre Derrida y el post-estructuralismo, como entre Agamben y la arqueología foucaldiana que reivindica el profesor de Venecia (no menos que el propio Badiou). Tales agujeros de silencio quizás obedezcan a la misma sutileza -que tanto se le reprochara a Derrida bajo el epíteto de “preciosismo”, que lo lleva a subrayar semánticamente que en la expresión “filosofías de la défaite” el término “defaite” significa tanto “derrota” como “deshecho/a”, constatación que el belga transfiere alegremente, de la dehiscencia de la metafísica a la derrota de la izquierda. ¿O no será lo contrario?

Si a la izquierda le basta con ganar para superar la derrota, esa diferencia en el resultado de 1 a 0, que nadie distinguiría de la transparencia numérica del conteo electoral, quizás genere algún escaño parlamentario desde el cual seguir protagonizando aquella Casa Grande que nos provee de leyes, que se vota un día y se critica al siguiente, o viceversa. Esta granada arrojada en medio de la misma fragmentación posmoderna del sentido, de la institucionalidad y de la izquierda, no puede sino enaltecer el vínculo necesario entre un yihadista y un post-izquierdista : el primero se hace volar por los aires en medio de la multitud, el segundo se hace volar por las cúpulas en medio del ridículo.

Tanto post-izquierdismo surge confeso de la propia alabanza de la posmodernidad: sólo hay que corregirle el desaliento, porque según nos anuncian los post-izquierdistas, Derrida surgió del 68', pero (como otros de la misma camada filosófica) perdió y por eso hizo de la derrota un derrotero. Tal derrota del derrotero (si el derrotero está derrotado no lleva a ningún triunfo, porque anula la institucionalidad que debiera encontrarse en algún destino, ya que no existe institución sin sistema de lugares) surge de la propia bibliografía, por ejemplo del cuestionamiento de Derrida al marxista vietnamita Tran-Duc-Thao, al menos, desde la Introducción a “El origen de la geometría” de Husserl (1962),4 o el planteo central del logocentrismo en La voz y el fenómeno o La Escritura y la diferencia, que datan de 1967. Sin duda la crisis ucrónica (ucronía: reconstrucción hipotética de la historia) de la Historia celebrará que 1968 inspire lo que se dijo en 1962, o con más razón aún, apenas un año antes.

Se entiende que para un post-izquierdista, la historia no es sino un ultrarelato, desde el momento que puede hacer coexistir la reivindicación de “la izquierda” con el cuestionamiento “(...sobre la subjetividad, sobre la historia, sobre la sociedad...)”.5 Se sabe que el ridículo no se lleva mal con ponerse a la moda.

Sabiéndose hijo de la posmodernidad, el post-izquierdista le hace honor a lo que sabe desde siempre: “no existen hechos, sino interpretaciones”. De ahí que le baste con devorar la derrota de la post-izquierda para reinvidicar su propio relato, es decir su istoria (así escribe Derrida aquello que derrota-des-hace según Boostels). A ese relato que provee el fin de los desencantos modernos, le queremos agregar algunas notas edificantes que quizás exalten la devoción por el triunfo de una recuperada “institucionalidad”, que nos animamos a vaticinar de mero alcance electoral:

-La FEUU (Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay) se retiró -y recomendó seguir sus pasos a toda otra organización social- del Congreso de Educación que se convoca por mandato de una ley nacional, adoptada bajo un anterior gobierno igualmente “de izquierda”6

-El sindicato FANCAP (Federación de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland) denunció el sesgo pachequista (el presidente Pacheco inició desde 1967 el período pre-dictatorial en el Uruguay) de los decretos “de esencialidad” dictados por el actual gobierno “de izquierda”.7

-El representante de los egresados universitarios Federico Kreimerman reinvidicó que se termine con el financiamiento de la enseñanza por los egresados y que finalmente se grave al capital, para obtener los fondos universitarios por vía (políticamente) genuina.8

Le ahorramos al desconsolado lector, al fin de este texto, glosas internacionales de la vigencia de la institucionalidad que añoran los post-izquierdistas, tal como las provee al presente el magnífico triunfo de Trump contra el sistema político en EEUU, el aplastante triunfo de Macron en Francia contra un 51% de abstención del cuerpo electoral, o los “empeachments” que desde la más pura legalidad voltean gobiernos legales en Paraguay o Brasil, sin necesidad siquiera de dar golpes de Estado a la vieja usanza.

Derrida habría estado orgulloso, de vivir, de la movilización que produjo contra el logocentrismo, incluso cuando los post-izquierdistas confiesan que lo critican a partir de la deconstrucción.


1Boostels, B. “La izquierda actual vista por Bruno Boostels, pensador belga radicado en Estados Unidos” (entrevista de Naser, L. y Delacoste, G.) La Diaria (14/06/17) https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/6/la-izquierda-actual-vista-por-bruno-bosteels-pensador-belga-radicado-en-estados-unidos/
2Boostels, ob.cit.
3Uzín, A. (2008) Introducción al pensamiento de Alain Badiou, ImagoMundi, Buenos Aires, p.80.
4 Derrida, J. (1962) Introduction a “L'origine de la géometrie” de Husserl, PUF, Paris. Versión en español: Derrida, J. (2000) Introducción a “El origen de la geometría” de Husserl (trad. D. Cohen),( Bordes-Manantial, Buenos Aires, p.36 https://monoskop.org/images/1/13/Derrida_Jacques_Introducci%C3%B3n_a_El_origen_de_la_geometr%C3%ADa_de_Husserl_2000.pdf
5Bosteels, ob.cit.
6 FEEU exhorta a otras organizaciones a no asistir al Congreso de Educación” Montevideo Portal (09/05/17) http://www.montevideo.com.uy/contenido/La-FEUU-exhorta-a-otras-organizaciones-a-no-asistir-al-Congreso-de-Educacion-342632

7“FANCAP repudia decreto de esencialidad y asegura que la medida es “inconstitucional” La Diaria (13/06/17/) https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/6/fancap-repudia-decreto-de-esencialidad-y-asegura-que-la-medida-es-inconstitucional/

8 Gremios estudiantiles y docentes reclamaron 6% para la enseñanza y advirtieron el comienzo de un período de conflicto” La Diaria (16/06/17)